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lunes, 29 de noviembre de 2010

Joy

Últimamente he estado pensando en que no me gusta nada y lo poco que me gusta me satisface a medias, esto me ha torturado un poco por que, o soy un amargator, o nomas he perdido el sentido de varias cosas, pasiones y hobbys que antes me daban identidad.

Haciendo un detenido recuento de las cosas que disfrutaba pase por alto lo mas elemental, como el cielo, la temperatura de los fines de semana de noviembre y la música.

Desgraciadamente soy muy susceptible a la misma, así que cuando voy a alguna fiesta (lo cual pasa con cierta regularidad en parte a los magníficos amigos que tengo) por lo general ponen rancheras, cumbias y electrónica.

La cumbia y la salsa me gustan, bailo con la gracia de un hipopótamo muerto pero la disfruto, pero el resto me enferma, y de hecho un tiempo si sufría de dolores de cabeza con la exposición prolongada a dichos ritmos por lo que decidí no salir.

Revisando esto se me hace claro que no es que haya perdido la capacidad del disfrute, sino que simplemente no me he consentido y me he tomado las cosas muy en serio, ademas de haberme tornado mucho mas intolerante.

Pensamientos pendejos emo después y con iTunes abierto me encuentro con este nuevo clásico de mi colección, el cual comparto con ustedes y al menos les sirva, como a mi, a reabrir los ojos y reconsiderar lo que nos gusta, atraerlo mas a nosotros y a esparcirlo con nuestros camaradas =D



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Después del relajo ñoño que se hizo entre los hispanoparlantes por las nuevas reglas que la Real academia de la lengua española (voto porque esta y todas las otras academias de la lengua cambien sus escudos por el logo de los rolling stones con la bandera del país impresa en ella) resulta que el mero chiludo de la mesma dice en entrevista con Carmen Aristegui el día de hoy que son "recomendaciones", que la gente es dueña del español y puede usarlo como se le antoje.

Faltaba mas cabrón.

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Me gusto esa definición de chile: silla con semillas ;P

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