Ya superada la etapa adolescente donde uno se deprime en los cumpleaños, prosigo los subsecuentes con escenas de humor involuntario.
Y es que las adversidades forjan carácter, como el día de hoy que mi madre me despertó con un dulce "¡Te hubiera abortado hijo de la chingada!"
Feliz día y gracias a uds. vasto publico de 4 personas que aun me lee.
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