En "Como agua para chocolate" la vieja dice que el recuerdo de un caballo montando a una yegua le hacia hervir la sangre.
No recuerdo si sí era ese libro o la verdad era a mi a quien le pasaba eso.
Meh, lo chido es que a mi me puso un documental de delfines:
Ya quiero irme de vacaciones a una playa.
***
El otro día me encontré a una ex compañera del bachillerato que me gustaba un poco, pero tenía todo para parecer la chica imposible: un hermano celoso y mayor, una mama sobreprotectora ultra cristiana y un padre polecia (añada chiflidito). No me obstine ni la acose como debió haber sido el caso sino que me volví su amigo de esos clásicos perdedores de hombría disminuida que sale con ella y otras de sus amigas, renunciando a su masculinidad por un ocasional tallon.
Many reality checks later, me desencante de ella y salimos de la mierda de escuela aquella, pero siempre me saco de pedo que cuando la encontraba después de una larga temporada de no habernos visto nunca reaccionaba con sorpresa alguna, como si no hubiera pasado el tiempo dejando entre ver que estaba llena de dios y vacía de recuerdos.
Ese día que la encontré no fue diferente. Tenía 5 infecciones en el intestino por cinco microorganismos diferentes.
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