Mosaico de maravillas.

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Comienzo esta semana en un nuevo trabajo con un montón de desconocidos que actúan de buena fe, fe movida por el temor de ser despedidos, de dejar de percibir dinero que ni siquiera para en sus manos, estómagos  culos o coños sino que es para un familiar, frecuentemente el hijo que será el primer profesionista de la familia.

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Al oír esto en la capacitación muchas madres lo oyeron y asintieron, sabiéndose que con cada materia reprobada, con cada novia embarazada y con cada "échale ganas" colocan su granito de arena para construir la realidad de la que quieren proteger a su familia.

¿Que playa crean? indudablemente una que las obliga a trabajar sin gusto.

Todos los días caminare nerviosamente las mismas calles y en un camellón me estará viendo ese perro muerto con la panza hinchada hacia arriba, con sus ojos secos que nadie apago con cal o sepultura, esparciendo sus insalubres vapores a la hermosa realidad desmemoriada que lo vio existir.